Una ilusión virtual
Hoy en día, cualquiera puede hacerse pasar por influencer
Para muchos, hoy en día, ver a alguien con un número realmente alto de seguidores, les hace pensar que esa persona tiene alguna cualidad especial que la hace destacarse de los demás, o que tal vez tiene un atractivo que hace que personas de todo el mundo muestres interés en seguir sus andanzas por medio de las redes sociales. Sí, es probable que el contenido que comparta esta persona sea interesante para las personas que la sigan, y que eso cause que un buen número de usuarios la sigan. Pero, ¿qué pasaría si las estadísticas de esa persona poco tuvieran que ver con el interés real que genera su contenido? Y algo aún más interesante de pensar: ¿Qué pasaría si esta persona recibiera alguna clase de beneficio económico producto de esta supuesta fama en redes sociales? ¿Se le podría acusar a esta persona de estar cometiendo un fraude o sólo está utilizando la tecnología a su favor?
Belleza Plástica
El término “belleza plástica” no únicamente abarca a las cirugías plásticas, sino a la infinidad de artificios que existen en esta era digital. Aplicaciones para retocar fotos y videos se cuentan por cientos, y las hay tanto gratuitas como de pago. Se entiende que un buen número de las personas que son usuarias activas de redes utilicen están aplicaciones para hacer resaltar sus imágenes, pero no hay que olvidar lo fácil que es caer en el abuso de ellas. Hay influencers cuyas fotos y videos al natural lucen radicalmente distintos a aquellas imágenes que postean en sus perfiles de redes sociales, lo cual incluso les genera a algunos una avalancha de memes y videos evidenciándolos. Aquí cabe detenerse un momento para preguntarse qué tanto del contenido posteado por ellos puede resultar dañino para la salud mental de los más jóvenes, que podrían crearse una autoimagen distorsionada debido a las falsas expectativas que generan estas imágenes tan maipuladas.
Fama al alcance del bolsillo
Hubo un tiempo, en que para el gran público, la mayor parte de los creadores de contenidos web más destacados eran vistos como miembros de un grupo selecto al que pocos tenían acceso… Hasta que alguien vio en la fama en redes sociales una oportunidad para realizar un negocio redondo. No es necesario ser la persona más popular de tu vecindario para hacerte de un buen número de seguidores en la red social de tu preferencia. Por una módica suma puedes hacerte de desde 100 seguidores hasta más de 10000 en menos de 48 horas. La mayoría de esos seguidores obviamente, no son cuentas reales, sino bots creados con el fin de engordar los números de los llamados influencers o de aquellos que aspiran a serlo. Si bien estas cuentas no cumplen de buenas a primerascon el propósito de incrementar las interacciones reales que el usuario recibe en redes, cumplen con el propósito de hacer parecer más popular de lo que es en realidad al usuario, para hacer que su cuenta llame más la atención de otros, objetivo que no siempre se logra.
¿Fraude?
Es bien sabido por todos que hay una inmensa cantidad de formas en que los influencers pueden obtener beneficios gracias a su popularidad en redes; desde ganancias por promover productos, hasta patrocinios por parte de grandes marcas internacionales. Obviamente, este tipo de beneficios es uno de los principales motivos por los que muchas personas deciden dedicarse de tiempo completo a la creación de contenido digital. Sin embargo, estos mismos beneficios son uno de los principales motivos que lleva a muchos a incrementar su número de seguidores usando métodos artificiales. Hay casos extremos, como el de cierta bloguera de maquillaje, que, según se dice, compró más de un millón de seguidores para alcanzar notoriedad en Instagram, hecho que le genero una avalancha de críticas por parte de otros blogueros y usuarios de redes sociales. Muchos afirman que este tipo de influencers deberían de ser tratados como defraudadores, al engañar a las marcas que los patrocinan con sus números falsos, mientras que hay quienes afirman, no tiene nada de malo.
¿Sustituto a la calidad de contenido y al talento?
Es en este momento en el que es más válido que nunca el preguntarse qué tanta duración tendrá la fama de estos influencers que se hacen conocidos por métodos artificiales. Sí, cualquiera con un poco de dinero puede hacerse de fama virtual, pero, ¿qué caso tendría esto si detrás de toda esta inversión no hay una base firme que la apoye? Es de todos conocido que lo que fácil sube, igualmente fácil cae en el olvido. A estas personalidades de redes, tal vez, si se rehúsan a prepararse y a tomar más en lo único que les queda es aprovechar su momento y buscar alguna fuente de ingresos alternativa a las redes sociales, antes que llegue alguien más popular que ellos a hacerles sombra, hecho que es altamente probable que suceda. Después de todo a diferencia de antaño, la red ha hecho que la fama de muchos, dure menos de 15 minutos.