No estamos solos
Somos parte de algo más grande que nosotros mismos
Estas palabras, son lanzadas al aire, esperando que sean encontradas por alguna persona a la que de alguna forma, le resulten útiles, o que por lo menos, la inviten a la reflexión en tan turbulentos tiempos. Seguramente piensas que cada segundo que pasas en tu casa, encerrado, es una auténtica pérdida de tiempo. ¿Quién podría culparte por pensar de esa forma? Después de todo, en todos los medios de comunicación se la pasan diciéndote que la púnica forma de disfrutar es entregándote a la mayor cantidad posible de excesos, sin importarte lo que pueda llegar a pasar mañana. Te dicen que lo único que importa, es ser lo más deslumbrante posible, para acumular suficientes experiencias que te permitan llenar con contenido carente de sentido tus perfiles de redes sociales.
De esta manera, resulta comprensible el enojo que sientes al ver esas fotos tomadas en días que la palabra “pandemia”, parecía ser algo sacado de una bizarra película apocalíptica. Tal vez sientas, por un instante, que aunque a futuro, las restricciones impuestas por el gobierno de tu país pudieran disminuir, ya nunca nada volvería a ser lo mismo que antes que el mortal virus cobrara millones de vidas alrededor del mundo. Y probablemente tengas razón. Esta pandemia mundial ha modificado, tal vez para siempre, muchos de los hábitos y costumbres que teníamos como humanidad.
Pero antes de que montes en cólera por lo que escribo, te pido que por un instante, te detengas a pensar. Sí, es malo que no puedas ir a ver a tu artista favorito con la misma despreocupación con la que lo hubieras hecho hace un par de años. Te duele en el alma ver atorados en el tintero esos planes vacacionales con las personas que amas. Pero por eso te pido, que recuerdes que el ser humano vive en comunidad. Por más que no congeniemos con nuestros semejantes, cuando vamos madurando, nos damos cuenta de que no hay forma de que podamos vivir aislados por completo de ellos, o para el caso, de cualquier otro ser humano. Aún en la distancia, y gracias a la tecnología, hemos sabido encontrar formas de seguir en contacto con aquellas personas que nos importan. Sí, nunca va a ser lo mismo una videollamada que tener la oportunidad de abrazar a esa persona que tanto bien le hace a nuestro corazón, pero en situaciones tan delicadas como esta, es preferible una pantalla a permanecer meses sin tener contacto alguno con nuestros seres queridos. ¿Te has puesto a pensar lo que sienten los familiares cercanos de aquellos que trabajan sin descanso para lograr controlar este virus, al no saber si su familiar va a resultar contagiado como parte de los riesgos de su trabajo? Si eres de los afortunados que no han sufrido pérdidas o afectaciones a lo largo de esta pandemia, tal vez pienses que esto es un invento mediático, generado para controlar a las masas. Y si este es el caso, poco puedo hacer para cambiar tu forma de pensar. Pero por un asunto de simple humanidad, te pido, que salgas por un instante de tu burbuja color rosado, y mires a tu alrededor. No es necesario que viajes muy lejos para ver el verdadero color de la realidad. Basta que te des una vuelta por un vecindario o que escuches con el corazón a aquellos que están cerca de ti, aunque no pertenezcan a tu círculo social más cercano.
Aunque te encuentres temporalmente aislado por la pandemia, no te encuentras solo en el mundo. Allá afuera, hay miles de personas, que a diario, sacrifican horas con sus seres queridos, e incluso arriesgan sus vidas, con tal de evitar que otras personas, que seguramente ellos ni siquiera conocen a un nivel personal, sufran los estragos de esta pandemia. Estas personas son humanas, al igual que tú y que yo, la única diferencia es que ellas se dedican a pensar un poco en los demás.
Aunque suene como el cliché más grande del mundo, y aunque muchos se empeñen en negarlo, todos los seres humanos somos hermanos., sin importar etnia, religión o preferencias sexuales. Por eso, debemos cuidar los unos de los otros, y más que nunca, cuando hay situaciones que nos hieren globalmente.
